El Árbol de los Deseos

Obra: María Ríos, Galería Blanca Soto Arte
Premio a la Mejor Propuesta Iconic Center
Design Week Marbella, España

La paisajista Rosa Ceño recibió por unanimidad en 2021 el Premio a la Mejor Propuesta Iconic Center de Design Week Marbella. La difusión de los beneficios de la naturación urbana y de los servicios ecosistémicos de la infraestructura verde inspiraron su propuesta para el Stand IC06 de Design Week Marbella; una metáfora vegetal de los jardines sostenibles que incluye una adaptación del festival japonés Tanabata a la cultura Mediterránea.

Un Árbol de los Deseos de 5m de altura, rodeado de alpacas de paja, agujas de pino de Sierra Bermeja y Sierra Blanca, y pinturas que incluyen infinitas estrellas alrededor de la Vía Láctea, ha invitado a los visitantes a interactuar con la naturaleza mediante la aportación de más de 500 deseos escritos en papel reciclado que se han colgado entre sus ramas. Ganó el amor, seguido del medioambiente, la salud, la felicidad y la paz. El árbol, que es un árbol de la vida, esperanza y amor, es su inspiración. Con esta intervención, la paisajista ha querido dar protagonismo a la naturaleza y convertirla en su aliada: si logramos crear jardines sostenibles, ayudaremos a mejorar la calidad del medio ambiente.

Tanabata, la Festividad de las Estrellas.

Hemos recreado la historia de amor de Vega y Altair, con la Vía Láctea como protagonista, y que La Leyenda japonesa de Tanabata, de origen chino, recuerda en su Festival de las Estrellas. La bella princesa Orihime (Vega, de la constelación Lira), confeccionaba hermosas telas para su padre, el rey. Tanto trabajaba, que siempre estaba sola, hasta que conoció al pastor Hikoboshi, del que se enamoró y con el que se desposó (Altair, de la constelación Águila). Los esposos descuidaron su trabajo y el rey, enfadado, les convirtió en estrellas y les separó mediante la Vía Láctea (río Amanogawa).

El rey, únicamente accedió a que se vieran de nuevo una vez al año, siempre que su hija volviera a tejer las telas de sus mantos. Pero la distancia era tal, que sólo el puente construido por la estrella Deneb, el séptimo día del séptimo mes, logra que, una vez al año, los amantes vuelvan a encontrarse. Durante las noches de verano, podemos observar en el firmamento el Triángulo de Verano, formado por las estrellas Vega, Altaír y Deneb. Los amantes atraviesan la Vía Láctea para renovar sus antiguos votos de amor una vez al año.